Durante el encuentro, el catedrático indicó que es importante poner atención en los tópicos de sanidad, a fin de evitar que los consumidores finales de los productos avícolas se contagien y desarrollen enfermedades que pueden ser mortales, principalmente en niños, adultos y en personas inmunocomprometidas.
Manejo adecuado de productos avícolas evita la salmonelosis en humanos
En avicultura como en otras áreas la sanidad es clave para evitar que los consumidores finales de los productos avícolas se contagien y desarrollen enfermedades que pueden ser mortales.
En avicultura como en otras áreas la sanidad es clave para evitar que los consumidores finales de los productos avícolas se contagien y desarrollen enfermedades que pueden ser mortales.
El catedrático de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, FMVZ, de la Universidad de Colima, Jaime Delgado Machuca, presentó la ponencia “Los productos avícolas como vehículos para la salmonelosis en los humanos (Zoonosis)” al concluir el I Congreso de Producción Avícola, organizado por esta entidad universitaria en forma virtual en el contexto de la conmemoración de los 80 años de la UdeC.
Además, puntualizó que la Salmonella fue descubierta en cerdos con cólera en 1985 por Daniel Elmer Salmon y Theobald Smith, “lo que significa que no sólo se presenta en aves, sino que hay salmonella en especies como cerdos”, y complementó que las bacterias que pertenecen al género Salmonella pueden sobrevivir en ausencia de aire: “Hay dos especies: S. enterica y S. Bongori, donde la primera se subdivide en: entérica, salamae, arizonae, diriozonea, houtenae e índica”.
También, Jaime Delgado explicó que, en humanos, la salmonelosis es una de las tres principales enfermedades asociadas con alimentos desde finales de la década de 1980. Mientras, en 2003 se informó que durante más de 15 años el número de casos de gastroenteritis bacteriana causada por Salmonella enteritidis (SE) ha estado en aumento, principalmente en Estados Unidos y Europa; “se estima que tan sólo en EE.UU. existen 800.000 y hasta cuatro millones de infecciones en seres humanos reportados cada año”.
Durante la videoconferencia, señaló que este padecimiento no sólo se da en aves, sino también en productos de origen pecuario, lácteos y alimentos de origen vegetal; “basta con ingerir de nueve a cincuenta células para tener la enfermedad; el período de incubación es de ocho a 72 horas, y las víctimas sufren diarrea, cefalea, fiebre y dolor abdominal”.
En el caso de las aves de postura y pollo de engorde informó que existen dos formas de contagio: vertical, cuando los huevos se contaminan desde los ovarios y oviductos infectados durante la formación del huevo, y horizontal, cuando Salmonella Enteritidis u otros microorganismos penetran el cascarón que ha sido contaminado con las heces de la gallina depositadas en el exterior del huevo.
El profesor universitario explicó que “Se ha encontrado que sólo un tres por ciento de los huevos puestos por gallinas infectadas transportan la bacteria. Sin embargo, este bajo porcentaje es suficiente para difundir la enfermedad, dado que los polluelos eclosionados a partir de huevos infectados actúan como vectores y multiplicadores. Estos productos pueden venir con una limpieza correcta, pero si el consumidor final no tiene un buen manejo puede contaminarlos antes de consumirlos”.
Esta bacteria, dijo, “se ha demostrado que puede sobrevivir hasta 16 meses a 25°C en alimentos; además, se calcula que entre el uno y cinco por ciento de los suplementos producidos para animales, y un 31 de los animales para abasto, pueden estar contaminados. Cabe destacar que éste es uno de los microorganismos que más ha desarrollado resistencia a antibióticos, antimicrobianos y fármacos”.
En el ámbito mundial, destacó, la Salmonella está asociada con mucha frecuencia a las enfermedades diarreicas, las cuales continúan siendo una de las causas más importantes de morbilidad y mortalidad en lactantes, niños y ancianos: “Se ha estimado que en Asia, África y Latinoamérica, dependiendo de factores socioeconómicos y nutricionales, la probabilidad de que un niño muera por enfermedad diarreica antes de los siete años puede llegar al 50 por ciento”.
Por otra parte, se refirió a que, entre los factores responsables del incremento de la salmonelosis y de otras intoxicaciones alimentarias en humanos de países industrializados, están los cambios en los hábitos de alimentación, que son consecuencia del menor tiempo disponible para las comidas y del aumento en el consumo de comidas rápidas o precocinadas, la tendencia a la producción y distribución de alimentos en masa, la apertura económica y la globalización, así como al desarrollo de resistencias antimicrobianas, principalmente.
En este sentido, señaló, en México, en el período de 1984-2017, se tuvo prevalencia de fiebre tifoidea, siendo la Salmonella enteritidis la principal en México hasta el 2018. Por lo anterior, finalizó, en el país existen varias normas oficiales que regulan esta enfermedad en humanos y animales.