El pollo y pavo de Marruecos, el nuevo competidor en el camino para los avicultores
El sector avícola teme que la entrada de la carne desde Marruecos genere tensiones en el mercado europeo y termine por reducir las ganancias en la Región de Murcia.
Las tensiones no dejan de crecer entre la Unión Europea (UE) y los ganaderos y agricultores de España, y en la Región de Murcia. Hace unos días, Bruselas autorizó la entrada en el mercado europeo del pollo y pavo de Marruecos, el nuevo competidor que llega con los costes desbocados, en plena crisis de precios, y el escaso margen de beneficios entre los productores del sector primario.
En la Comunidad, la producción de carne avícola no es la mayoritaria entre el ganado que se cría en el sureste español y la proyección de ventas centrada en el territorio nacional. Sin embargo, estas puertas que ahora permanecen abiertas a la carne de pollo marroquí puede derivar en un impacto a la exportación desde Murcia, se generen tensiones en el mercado , y termine con la repercusión de los precios que reciben los ganaderos murcianos.
La producción de carne de ave en 2020 supuso entorno más de 40.000 toneladas cuando hace ocho años era la mitad, según las últimas estadísticas de la Consejería de Ganadería. La producción es la segunda con más presencia dentro de la actividad ganadera por detrás de la porcina.
Carlos Esparcia, responsable de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) resalta"Nos preocupa mucho que se abran estas puertas".
Una cuestión que ha quedado en duda es el comprometimiento de Marruecos en mantener los estándares de calidad que exige la UE, pero este movimiento de Bruselas se ve como una falta de respeto más a los productores locales.
Desde la Asociación de Ganaderos de Alhama de Murcia indican "No sabemos los controles que tienen, pero los costes del bienestar animal son elevados en España. Este permiso llega ahora cuando tenemos facturas del gas y el combustible muy elevadas", "las empresas integradoras no nos repercuten los costos y llegamos de haber ajustado la tabla de remuneración, por lo que se gana menos".
Las llamadas empresas integradoras son industrias cárnicas que entregan a los ganaderos los pollos para que los críen y se los llevan cuando han alcanzado el peso adecuado. Además de aportar las instalaciones necesarias para el engorde, los avicultores se encargan de cuidar a los animales durante el tiempo que permanecen en su explotación.
Esparcia indica "No estamos ante una crisis de consumo, sino de precios". Desde UPA se teme el cierre de pequeñas explotaciones de ganado y que no han renovado sus instalaciones, por lo que el coste de producción es más elevado al depender mucho de la refrigeración.
