Residuos agrícolas como una alternativa para la descontaminación de las micotoxinas en la industria avícola

La nutrición y la alimentación tienen un papel importante en el análisis de los costos de la producción pecuaria desde el punto de vista cuantitativo y económico. 

• Generalmente, el precio del alimento comprende entre el 66% y el 85% del costo de producción de un animal. 
• Así, todas las mejoras que se logren en el área de la alimentación tendrán un impacto significativo en la eficiencia de la explotación, en las ganancias económicas y en los precios de los productos para el consumidor. 
• Consecuentemente, una deficiencia en esta área como la presencia de las micotoxinas en el alimento, puede sugerir pérdidas económicas considerables en el sistema de producción animal.

Existen algunas especies de hongos filamentosos de los géneros:

• Aspergillus,
• Alternaria,
• Claviceps,
• Fusarium,
• Penicillium

Capaces de producir metabolitos secundarios tóxicos para la salud humana y/o animal, llamados micotoxinas.

• Se ha reportado que, es posible tener granos con un alto contenido de micotoxinas, aunque generalmente, el contenido de micotoxinas es bajo y frecuentemente los granos están contaminados con más de una micotoxina. 

• Además, se ha observado que la inhalación, el contacto de la piel con las micotoxinas y el consumo de una dieta contaminada con micotoxinas con un contenido alto o en forma reiterada, puede causar el desarrollo de una enfermedad aguda o crónica en la salud de los animales llamada micotoxicosis, causando pérdidas económicas significativas para la industria avícola.  

• La severidad de dicha enfermedad depende de diversos factores como: la dosis, el tiempo de exposición, la edad, el sexo, el estado inmunológico y nutricional del individuo, entre otros. 

Las micotoxinas más importantes y que están naturalmente presentes en los alimentos son:

• las aflatoxinas, 
• la ocratoxina A, 
• la zearalenona, 
• el deoxinivalenol y 
• las fumonisinas.

Los efectos de las micotoxinas en las aves pueden ser desde subclínicos, hasta:

• Alteración de los parámetros productivos,
• Presencia de hematomas y hemorragias,
• Afecciones en ciertos órganos como el hígado y el riñón,
• Inmunosupresión,
• Cambios en algunos valores bioquímicos del suero sanguíneo,
• Alteraciones en la digestión,
• Absorción o alteraciones en el metabolismo de los nutrientes y;
• Aumento notable en la morbilidad y la mortalidad.

Existen múltiples orígenes para la presentación de una contaminación por hongos, por lo que, los métodos de prevención y control de micotoxinas incluyen estrategias aplicadas en la precosecha y la poscosecha; y la utilización de métodos físicos, químicos y biológicos.

• 1.-Las estrategias de precosecha y poscosecha que se utilizan para el control a la exposición de hongos y la consecuente producción de micotoxinas, son principalmente preventivos y de carácter integral a lo largo de toda la cadena de producción de los alimentos (planta, crecimiento, cosecha, almacenamiento y distribución).

• 2.-Sin embargo, cuando no se logra la prevención a nivel de campo o durante la cosecha, es necesario emplear procedimientos de descontaminación de micotoxinas mediante el uso de métodos físicos, químicos o biológicos.

La destoxificación, se define como el conjunto de tratamientos poscosecha dirigidos a eliminar o minimizar los efectos tóxicos de las micotoxinas en los animales. Las características de un método de destoxificación ideal son: 

• Fácil de usar, 
• Económico, 
• No formar compuestos tóxicos, 
• No alterar las propiedades nutricionales ni organolépticas de los alimentos, 
• Ser efectivo para remover, eliminar, 
• Degradar e inactivar diversas micotoxinas. 

Actuación de los aditivos 

Los aditivos, han sido el método de elección para la protección de los animales (principalmente cerdos, aves y ganado) frente al consumo de alimento contaminado, para:

• 1- Reducir la absorción de micotoxinas en el tracto gastrointestinal (TGI) y 

• 2- Su posterior distribución en la sangre y los órganos diana. 

Dichos agentes descontaminantes, se dividen en adsorbentes y biotransformadores, a su vez, los agentes adsorbentes se dividen en orgánicos e inorgánico.

Desde 1990, se han realizado estudios basados en el uso de adsorbentes, ya que es uno de los métodos más prácticos y sencillos para la descontaminación de las micotoxinas dentro de la industria animal.

Los adsorbentes de micotoxinas son compuestos de gran peso molecular que tienen la capacidad de unir a las micotoxinas; y su modo de acción se basa en prevenir la absorción de éstas al no disociarse en el TGI del animal después de su ingestión, limitando su biodisponibilidad para así, disminuir la exposición frente a las micotoxinas y prevenir sus efectos adversos.

Adsorbentes inorgánicos

A lo largo de los años, se han llevado a cabo diversos estudios con adsorbentes inorgánicos para comprobar su efectividad para adsorber micotoxinas; sin embargo, muchos de estos adsorbentes inorgánicos tienen algunas desventajas:

• ya que además de adsorber micotoxinas, simultáneamente adsorben indiscriminadamente micronutrientes de la dieta y 
• además tienen la posibilidad de liberar componentes tóxicos, como ciertos metales pesados o dioxinas. 

Por lo que, en los últimos años, se ha mostrado un gran interés en el estudio de los adsorbentes orgánicos que sean seguros, rentables y efectivos.

Adsorbentes orgánicos

Existen numerosos adsorbentes orgánicos (fibras de plantas, extractos de paredes celulares de levadura y bacterias) que han sido prometedores en su eficacia de adsorción de micotoxinas (in vitro e in vivo), aunque pocos han sido investigados en modelos in vivo.

La tecnología de la bioadsorción se ha considerado una alternativa óptima y sostenible ya que se pueden llegar a utilizar diversos materiales, las cuales son considerados como: 

• Desechos agrícolas: paja, cáscaras de nueces, avellanas, almendras y coco, semillas y pulpa de frutas, olotes de maíz, guisantes, etc., y  
• Fibras micronizadas que se pueden obtener de diversos materiales vegetales como el trigo, la cebada, la alfalfa, la avena, y cáscaras de guisantes, entre otros.

Estos materiales se caracterizan por presentar una alta eficiencia para la remoción de ciertas micotoxinas, bajos costos, niveles mínimos de inclusión, además, evitan la reducción del valor nutricional de la ración.

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