PUNTOS A TENER EN CUENTA
06 Jul 2017
Transtornos locomotores de origen infeccioso
Extracto de la participación de NATALIA MAJÓ durante el aviFORUM-CARNE 2017
NATALIA MAJÓ
Responsable Servicio Diagnóstico Patología aviar Facultad Veterinaria UAB Investigadora CReSA Responsable del diagnóstico de patología aviar del Servicio de Diagnóstico de Patología Veterinaria de la Facultat de Veterinària de la UAB e investigadoras del Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA).
- Se estima que la incidencia de cojeras asociadas a procesos infecciosos en broilers puede llegar hasta el 1% a las 5 semanas de vida (Wideman, 2016).
- La artritis/sinovitis en aves se asocia básicamente a infecciones de origen bacteriano que cursan con septicemia
- Otra causa conocida de artritis/ sinovitis es la infección con Mycoplasma synoviae (MS), tanto en pollos como en pavos.
- Otro tipo de artritis ocasional en aves de engorde es la artropatía amiloide, causada principalmente por infecciones crónicas con Enterococcus faecalis o Mycoplasma synoviae.
- En aves se describe también la artritis vírica causada por reovirus.
En los últimos años, la producción avícola ha experimentado un incremento notable de los problemas locomotores, sobre todo en granjas de pollos de engorde. Se estima que la incidencia de cojeras asociadas a procesos infecciosos en broilers puede llegar hasta el 1% a las 5 semanas de vida (Wideman, 2016). Este incremento tiene un origen multifactorial, en el que la genética, el manejo e instalaciones, así como la presencia de diferentes agentes patógenos juegan un papel.
A continuación vamos a revisar los principales procesos infecciosos que se asocian a este tipo de problemas en aves de producción, centrándonos en los problemas infecciosos que afectan al hueso y cartílago, articulaciones y tendones.
Vamos a considerar dos grandes grupos de trastornos de origen infeccioso en las aves: el grupo de las artritis/sinovitis y el complejo de condronecrosis bacteriana con osteomielitis (Bacterial chondronecrosis with osteomyelitis; BCO), ya que su origen, patogenia y tratamiento son diferentes.
La artritis/sinovitis en aves se asocia básicamente a infecciones de origen bacteriano que cursan con septicemia.
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Escherichia coli, Staphylococcus spp., Pasteurella multocida, Salmonella, Erysipelothrix, Enterococccus o Pseudomonas son las bacterias que se aíslan más frecuentemente en casos de artritis purulentas o fibrinosas en pollos y pavos, que pueden venir también acompañadas por erosiones del cartílago articular, inflamación de las vainas tendinosas e incluso inflamación del hueso subcondral (osteomielitis) (Figura 1).
Figura 1. Artritis supurativa por Staphylococcus aureus en pollo de engorde.
El aislamiento directo y posterior antibiograma es la forma más habitual de diagnosticar y tratar este tipo de procesos.
Otra causa conocida de artritis/ sinovitis es la infección con Mycoplasma synoviae (MS), tanto en pollos como en pavos. Este agente suele causar una infección respiratoria, habitualmente subclínica, pero en algunos casos puede llegar a ser sistémico y producir una artritis y sinovitis fibrinopurulenta que puede afectar también los tendones.
Todas las cepas de MS colonizan el tracto respiratorio pero, hasta el momento, se desconocen los factores de virulencia que permiten que algunas cepas puedan llegar a ser sistémicas y producir el cuadro de sinovitis. Se han realizado diversos estudios que intentan predecir la patogenicidad de una cepa concreta de MS a partir del análisis de su genoma, sin que por el momento, se haya llegado a ninguna conclusión (Ramirez et al. 2006; Sun et al., 2017). El diagnóstico de MS asociado a cojeras se realiza actualmente mediante PCR de muestra (hisopo) articular, que se ha demostrado incluso un método más sensible que el aislamiento convencional.
La detección o aislamiento a partir de casos clínicos agudos es relativamente fácil, mientras que en casos crónicos puede que el organismo ya no esté presente y se recomienda realizarla a partir de muestras del tracto respiratorio donde el microrganismo se mantiene viable durante más tiempo.
El tratamiento de MS se basa en el uso de antibióticos o vacunas vivas atenuadas. Otro tipo de artritis ocasional en aves de engorde es la artropatía amiloide, causada principalmente por infecciones crónicas con Enterococcus faecalis o Mycoplasma synoviae.
Algunos casos se han atribuido a la contaminación de un diluyente de vacuna previamente estéril con E. faecalis durante la administración (por ejemplo, la vacuna Marek en pollitos de un día).
Las articulaciones, sobre todo la del corvejón, se observan tumefactas con material amarillo-naranja en el espacio articular (Figura 2).
Figura 2. Artropatía amiloide en gallina ponedora.
El material anaranjado que se observa en la articulación corresponde al amiloide.
Por último, en aves se describe también la artritis vírica causada por reovirus. Se trata de una enfermedad poco frecuente en la actualidad que afecta sobre todo a las líneas genéticas de carne, aunque también se ha descrito en ponedoras.
Las lesiones que causa la infección por reovirus en las articulaciones, sobre todo también a nivel del corvejón, son características, con tumefacción de la articulación e inflamación y rotura de los tendones del gastrocnemio y del flexor digital.
El diagnóstico se basa en los signos clínicos y lesiones aunque es aconsejable confirmarlo mediante PCR o aislamiento viral a partir de tendones o líquido sinovial. El control se realiza mediante vacunación sobre todo en reproductoras.
Otra de las causas de problemas locomotores en aves es el complejo de condronecrosis bacteriana con osteomielitis (Bacterial chondronecrosis with osteomyelitis; BCO).
Esta entidad comprende varios procesos como:
- Necrosis de la cabeza del fémur
- Osteomielitis proximal en el tibiotarso
- Espondilitis de origen bacteriano (asociada a Enterococccus cecorum).
El motivo por el cual se han agrupado estos procesos en una sola entidad es porque la patogenia es similar: estrés mecánico crónico en zonas concretas del esqueleto que promueven la creación de microfracturas, isquemia y necrosis, principalmente en los cartílagos de crecimiento de los huesos largos, y la posterior colonización bacteriana del cartílago/hueso (ver Tabla 1).
Tabla 1. Agentes patógenos asociados a osteomielitis en aves (adaptado de Avian histopathology, 2016).
El mecanismo por el cual las bacterias llegan a colonizar estos tejidos ha sido y es sujeto de estudio. La hipótesis más probable es que estas bacterias, presentes sobretodo en el tracto gastrointestinal, se translocan a la sangre, lo que permite su distribución hematógena (bacteriemia) y, por mecanismos aún desconocidos, que lleguen al cartílago/hueso microfracturado. Una vez allí, las bacterias se multiplicarían provocando focos de necrosis e inflamación ósea (osteomielitis). Hay varias estrategias para prevenir de este tipo de problemas.
- Por un lado, se ha comprobado que el uso de probióticos para controlar la flora intestinal y evitar que se transloquen bacterias potencialmente patógenas del intestino a la sangre es efectivo.
- También el control de las contaminaciones verticales, a partir de los reproductores o en las incubadoras, sobre todo con Staphylococcus spp. y Enterococcus spp. se ha demostrado tener un efecto en la incidencia posterior de cojeras por BCO en los pollos de engorde.
- Por último, se ha observado también que períodos largos de inactividad o reposo pueden alterar la circulación sanguínea, por compresión de los vasos, y promover episodios de isquemia en el hueso que pueden facilitar la posterior colonización bacteriana (Wideman, 2015).
Figura 3. Espondilitis necrotizante por Enterococcus cecorum en pollo de engorde.
El mecanismo por el cual las bacterias llegan a colonizar estos tejidos ha sido y es sujeto de estudio
