Vacunación contra Salmonella en producción de pavos
La vacunación contra Salmonella en pavos de engorde es esencial para asegurar la seguridad alimentaria y evitar brotes. Con la vacuna viva bivalente, se reduce la diseminación de la enfermedad, protegiendo la producción y la salud pública.
Si bien en nuestro país la producción de carne de pavo queda en un segundo plano después de la de pollo, los datos recogidos en el último informe de AVEC muestran una producción en 2023 de 218.000 TM de carne, ocupando el quinto puesto en la Unión Europea detrás de Polonia, Alemania, Italia y Francia.
Por otro lado, las toxiinfecciones causadas por agentes zoonóticos como Campylobacter o Salmonella entre otros, son objeto de estudio cada año por numerosas autoridades a nivel global.
En la Unión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) elabora un informe anual en que detalla los datos de brotes declarados, así como las tendencias de los últimos años.
Las toxiinfecciones producidas por Salmonella ocupan ya desde hace un tiempo el segundo puesto detrás de las provocadas por Campylobacter.
En el último informe, del año 2022, se declararon un total de 65.208 casos de enfermedad, de los cuales un 10% aproximadamente provenían de brotes de origen alimentario.
Este hecho no hace sino poner en evidencia la importancia de la producción de alimentos en un entorno de seguridad alimentaria con unos estándares máximos, tanto por un compromiso real con el consumidor final, como por un reconocimiento de marca en el mercado.
Este dato se complementa con el que ofrece el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) cada año sobre los programas nacionales de vigilancia y control de Salmonella en aves de corral en los distintos tipos de producción avícola.
En 2023 la prevalencia de Salmonellas objeto de control en pavos de engorde (S. Enteritidis y S. Typhimurium, incluyendo ST monofásica) fue del 0,23%, lejos del 1% de límite establecido por la Unión Europea para este tipo de producción.
No obstante, se detectan otros serotipos que conviene tenerlos en cuenta y cuya reducción también debería ser un objetivo, en tanto en cuanto lo ideal sería trabajar con manadas libres de cualquier serotipo de Salmonella.
En la siguiente gráfica se muestran los distintos serotipos detectados en manadas de pavos de engorde, en porcentaje, durante 2023.
INMUNIZACIÓN DE PAVOS DE ENGORDE CON VACUNA DE SALMONELLA
El ciclo de producción en cebo de pavos es largo en comparación con el de broilers, con una duración de entre 12 y 18 semanas aproximadamente, según sexo de los animales y necesidades del mercado.
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Por otro lado, los desafíos patológicos a nivel intestinal son todavía un gran problema en esta producción, requiriendo una atención constante y un control lo más estricto posible.
Teniendo en cuenta esta consideración y lo comentado anteriormente en lo relativo a unos estándares de seguridad alimentaria elevados, la vacunación contra Salmonella se evidencia como una herramienta indispensable en la producción de carne de pavo.
La vacunación se integra dentro de una estrategia global de lucha contra Salmonella donde cada punto de control es crucial.
Cabe recordar que nos encontramos en un contexto de uso responsable de antibióticos, cuya utilización no está permitida para el control de Salmonella en lotes positivos.
Es conocido que la inmunidad vacunal impide la diseminación de la enfermedad; los anticuerpos específicos de serotipo neutralizan las cepas de campo y evitan tener animales positivos que excreten Salmonella.
Por esto la vacunación es determinante en un contexto global donde el objetivo de reducción de resistencias antimicrobianas está presente en los modelos productivos ganaderos.
De hecho, esta estrategia es bien conocida en otros mercados, como el estadounidense, donde la vacunación contra Salmonella empezó hace ya más de 15 años.
Allí la pauta habitual es de 3 dosis de vacuna durante el cebo para asegurar la mayor protección posible.
VENTAJAS DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA VACUNA VIVA BIVALENTE EN PAVOS DE ENGORDE
En la Unión Europea, sólo existe una vacuna viva que se pueda aplicar en producción de pavos, Avipro Salmonella DUO.
Esta vacuna tiene la característica de incluir los dos serotipos de importancia contemplados en los programas nacionales de control de Salmonella (PNCS), es decir, Salmonella Enteritidis (SE) y Salmonella Typhimurium (ST), incluyendo la variante monofásica.
Es de aplicación oral y se puede administrar desde el primer día de vida.
De hecho, esta característica es determinante, ya que poder aplicar una vacuna que ocupe un nicho intestinal antes de la llegada de cualquier patógeno implica una protección según el concepto de exclusión competitiva, además de ser la base de la inmunidad para el resto del programa vacunal.
Actualmente, en producciones donde el número de animales es tan elevado y donde se deben garantizar al máximo ciertos procesos como una vacunación, la automatización y el uso de tecnologías modernas son de gran utilidad.
Por ello en las plantas de incubación es mayor el número de empresas que optan por una vacunación vía gel para ciertas enfermedades, entre ellas Salmonella.
Se elimina el riesgo de que un lote se divida en varias aplicaciones diferentes y hace que la vacuna vaya vehiculizada en una especie de “gominola” que permanece durante más tiempo sobre el plumón de los animales recién nacidos y tengan más tiempo para poder ingerirla.
No obstante, también existe la posibilidad de hacerlo a la llegada en granja, ya que a veces la logística en incubadora no es tan sencilla.
En este caso, además de las recomendaciones habituales de quitar los higienizantes en el agua y añadir colorantes, la cantidad de unos 20 mL por pavito de solución vacunal es suficiente para garantizar la correcta homogeneidad de vacunación del lote.
Una vez aplicada la primera dosis e instaurada la inmunidad, que en este caso es doble por las dos valencias de la vacuna, es indispensable aplicar una segunda dosis que refuerce los efectos de la primera y reduzca los riesgos de diseminación.
La segunda dosis se aplica a las 6 semanas de vida, con margen suficiente para aquellos animales que vayan primero al matadero.
En los programas vacunales para pavos reproductores, para los que la vacuna también está autorizada, esta pauta se completa con una tercera dosis a las 16 semanas de vida, y una cuarta a las 24 semanas.
CONCLUSIONES
A modo de resumen, las altas exigencias a nivel global en lo relativo a la seguridad alimentaria, así como los propios estándares internos de las empresas de orgullo de marca van totalmente de la mano en un entorno más concienciado con la reducción de resistencias antimicrobianas.
Por todo ello, herramientas como la vacunación con vacunas vivas frente a Salmonella Enteritidis y Salmonella Typhimurium, son una herramienta para tener en cuenta cada vez más en una producción tan altamente desafiante como la de carne de pavo.
