Nutrición animal

Micotoxinas, ¿cuáles son los peligros reales para la salud de las aves de producción y la salud pública?

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La FAO estima que aproximadamente el 25% de los alimentos del mundo están significativamente contaminados con micotoxinas.

El término “micotoxina” fue creado en 1962 después de un brote con alta mortalidad de pavos en Inglaterra. La causa identificada fue el uso de harina de cacahuete de Brasil y África.

Introducción

Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por hongos de naturaleza heterogénea. Cuando están presentes en la alimentación animal y humana, pueden actuar sobre el organismo, lo que perjudica su rendimiento y desarrolla cambios patológicos llamados micotoxicosis.

En la producción animal, estas toxinas pueden tener un impacto negativo en la productividad. Por lo tanto, es muy importante entender cómo los diferentes tipos de micotoxinas influyen en la salud de las aves para controlar y prevenir pérdidas económicas.

En los seres humanos, varios estudios epidemiológicos han demostrado que el efecto de muchas micotoxinas en los alimentos, especialmente las aflatoxinas, puede ser bastante dañino e incluso puede ser la causa de tumores hepáticos.

Los peligros reales asociados a la contaminación con estas toxinas en la cadena alimentaria, especialmente en la leche, la carne y los huevos, deben ser supervisados y son responsabilidad de todos los actores involucrados en la producción, especialmente de las autoridades sanitarias.

Los patos, gansos y pavos tienen mayor susceptibilidad que los pollos de engorde.

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Otro dato curioso es que es común pensar que la presencia de micotoxinas en las primeras etapas de la vida de las aves es siempre la más preocupante.

Estudios recientes muestran que, por ejemplo, en el caso de DON, su presencia puede ser especialmente dañina en el período entre 18 y 25 días en la fase posterior de crecimiento intestinal. Lo que afecta al rendimiento más cercano a la etapa final de engorde.

Clases de micotoxinas

Las micotoxinas más importantes son las aflatoxinas, las ocratoxinas, la zearalenona, la toxina T-2 y las fumonisinas.

Hay 6 clases principales de micotoxinas :

En la producción avícola, las principales interacciones y factores que pueden influir en las micotoxicosis son:

Aunque hay diferentes efectos causados por las micotoxinas, es común que todos causen inmunosupresión e influyan en la inmunidad general de las aves.

Actualmente, varios estudios confirman que los pollos de engorde son sensibles a la presencia de micotoxinas de Fusarium spp. y que los niveles moderados de estas micotoxinas afectan negativamente al apetito e interrumpen el rendimiento del crecimiento, principalmente durante el período de crecimiento.

Aflatoxinas

Es una de las micotoxinas principales y más frecuentes en la producción animal.

Signos clínicos en aves

Lesiones observadas

Las lesiones hepáticas son más frecuentes y se caracterizan por agrandamiento, friabilidad, palidez y con una marcada infiltración de grasa.

Aumento del tamaño del bazo y riñones.

Reducción del tamaño de la bolsa de Fabricio y Timo.

Hemorragias y hematomas petequiales en la musculatura (disminución de los factores de coagulación y aumento de la fragilidad capilar).

Carcinogénico y teratogénico. Puede presentar condiciones agudas o crónicas.

Ocratoxina A (OTA)

Signos clínicos en aves

Lesiones observadas en necropsia

Riñones agrandados, de color blanco a amarillento (con focos blancos de cristales uráticos)

Deposición de uratos en las superficies pericárdica, perihepática, peritoneal y articular.

En aves que sobreviven

Por compensación renal los riñones aparecen agrandados, fibróticos y pálidos

Presencia de hígado graso

Disminución del tamaño de la bolsa de Fabricio y Timo con la consiguiente inmunodepresión.

Tricotecenos

Los signos clínicos en las aves que ingieren niveles anormales de tricotecenos, pricipalmente la toxina T-2, son:

En aves adultas se verificó la presencia de lesiones orales, disminución de la producción de huevos, disminución de la calidad de la cáscara y la tasa de eclosión.

Las lesiones son muy características:

Fumonisinas

Como el maíz es una materia prima importante en la dieta de las aves, se presta especial atención a las fumonisinas.

Signos clínicos más comunes:

Las lesiones observadas son más inespecíficas.

Zearalenona

La presencia de esta micotoxina en las aves puede afectar el sistema reproductivo. Por lo tanto, su interés es más importante en las aves adultas, donde los caracteres secundarios del género son más evidentes y pueden causar engrosamiento de la mucosa cloacal.

Diagnóstico diferencial de las micotoxicosis en aves

Aflatoxicosis: enfermedad de Gumboro, síndrome del hígado graso, síndrome de malabsorción y amiloidosis.

Ocratoxina: aflatoxicosis, gota visceral, bronquitis infecciosa, intoxicación por sodio, privación de agua, deficiencia de vitamina A y síndrome de malabsorción.

Toxinas de Fusarium: viruela aviar (forma húmeda), deficiencia de vitamina A, tricomoniasis, ocratoxicosis, aflatoxicosis, caída de aves y enfermedad de Gumboro.

Cómo afectan las micotoxicosis en aves en la salud pública

A pesar de los efectos toxicológicos que afectan a los animales de producción, el paso por la cadena alimentaria, como la carne de aves de corral, el consumo de vísceras y huevos es un peligro real y debe recibir la mayor atención.

Los niveles de residuos de micotoxinas en alimentos para el consumo humano se describen en la legislación europea.

Se puede consultar la legislación europea:

Legislación alimentaria (UE, 2006b, UE, 2007, UE, 2010a, UE, 2010b)

Legislación sobre alimentación animal (UE, 2003)

Recomendaciones alimentarias (UE, 2006a, UE, 2006b).

Hay una serie de estudios científicos publicados en revistas de renombre donde, a través de varios métodos, se analizan los huevos, la carne y los despojos de aves (gallinas ponedoras y pollos) alimentados con raciones con altos niveles de micotoxinas y el peligro potencial para la salud pública.

Ahora se sabe por estos estudios que las vísceras, especialmente el consumo de hígado, representan un mayor riesgo que el consumo de carne. Esto se debe, en particular, al hecho de que la mayoría de las micotoxinas se metabolizan y se concentran a nivel hepático.

La contaminación de la cadena alimentaria con micotoxinas es un riesgo para la salud pública.

Los individuos afectados pueden presentar aflatoxicosis aguda, carcinoma hepatocelular, hepatitis B, principalmente en países de riesgo como Asia y África.

Los seres humanos pueden estar expuestos a una combinación compleja y variable de micotoxinas. Después de la ingesta, la mucosa intestinal es la primera barrera biológica que puede exponerse a altas concentraciones de estas toxinas.

El alto riesgo que representa la exposición a largo plazo a alimentos contaminados obliga a la ciencia moderna a desarrollar e implementar métodos efectivos para neutralizar las micotoxinas.

Afectación de contaminación por Zearalenona

Los estudios relacionados con la zearalenona revelan que la exposición a esta micotoxina puede provocar alteraciones del equilibrio hormonal del cuerpo, lo que, como resultado, puede provocar numerosas enfermedades del sistema reproductivo, como el cáncer de próstata, ovario, cervical o de mama.

Ahora bien, un estudio de 2018, llevado a cabo en China sobre alimentos  altamente contaminados con esta micotoxina, revela que altos niveles de zearalenona en tejidos de pollo no afectan a la salud pública.

Afectación por Tricotecenos

La Toxina T-2 también ha sido ampliamente estudiada y encontrada en alimentos. Su efecto neurotóxico ha sido identificado y ahora sabemos que la presencia de la toxina T-2 puede tener implicaciones generalizadas para los humanos.

El valor máximo permitido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para la toxina T-2 en piensos para pollos es de 0,25 mg / kg.

En los estudios más recientes, las ingestas diarias previstas en los diferentes países fueron todas inferiores a la ingesta diaria total estimada de EFSA, lo que sugiere que el valor de referencia de la EFSA presenta un riesgo mínimo.

Otro hecho interesante y obvio que puede extraerse de algunos de estos estudios es que cuanto mayor es la concentración de micotoxinas en el alimento con el que se alimenta a los animales, más altos son los niveles de residuos presentes en los tejidos, lo que representa un mayor riesgo para la salud pública.

Después de la eliminación del alimento contaminado, los niveles residuales en los animales caen rápidamente a valores aceptables.

Muchos de los límites máximos permitidos para las diferentes micotoxinas aún no están claros y deben investigarse en particular con respecto a los peligros reales para la salud pública, especialmente cuando están presentes juntos.

Actualmente se están investigando nuevos métodos de análisis. El problema asociado con estos métodos es la cantidad de micotoxinas que existen, lo que los hace económicamente insostenibles en un programa analítico exigente. Además, muchos de estos métodos conllevan mucho tiempo y muchos son específicos para una micotoxina en particular.

Afectación por Aflatoxinas y Ocratoxinas

Se presta especial atención a la aflatoxina M1, designada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como posible factor predisponente del cáncer humano y la ocratoxina A (OTA), que se ha asociado con tumores renales y nefropatías progresivas, inflamación y oxidación.

La Unión Europea, tal y como se ha mencionado anteriormente, ha impuesto límites en algunas de las micotoxinas más comunes, y varios estudios confirman que las aves alimentadas con piensos que contienen cantidades de micotoxinas dentro de los límites legales no representan un riesgo significativo para la salud pública, ya que son metabolizadas rápidamente por las aves.

Como estrategias de prevención en el campo y en el almacenamiento de cereales, debemos controlar el contenido de humedad cerca del 12%, la humedad relativa debe ser inferior al 60% y la temperatura de almacenamiento debe mantenerse por debajo de 20 ° C.

En las fábricas de piensos debemos analizar todas las cargas recibidas através de un programa de muestreo consistente.

El control de insectos y roedores es esencial.

Evitar que el grano se exponga a condiciones extremas como las heladas, el calor y a los cambios en el pH.

Usar un buen adsorbente de micotoxinas en todas las etapas de producción.

Mensajes a recordar…

El riesgo de micotoxicosis es muy difícil de predecir, ya que la mayoría de las veces los signos son subclínicos.

 

 

La única forma de controlar las micotoxinas en la producción es a través de la prevención, sin olvidar nunca que el impacto económico es mayor que el costo de la prevención.

La contaminación de la cadena alimentaria representa un riesgo para la salud pública y para la salud animal.

El reconocimiento de este hecho es el primer paso hacia el consenso internacional sobre este tema.

Los países exportadores y sus autoridades deben ser conscientes de este problema y tomar medidas para garantizar que no se introduzcan alimentos o granos contaminados en los países importadores.

En los últimos años hemos sido testigos de un importante cambio climático. Se espera que la contaminación por micotoxinas en las materias primas aumente en los próximos años.

En general, todas las partes interesadas deben tomar las medidas adecuadas para prevenir y reducir este problema.

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