Ventilación en reproductoras, confort y bienestar

Dependen del libre flujo de aire a través de la nave para su ventilación.

Lograr un adecuado control de los parámetros ambientales suele ser bastante difícil, por lo que la consistencia de los lotes y sus resultados suelen ser peor que en el de las naves con ventilación controlada.

Hay que usar recirculadores de aire para suplementar la ventilación natural.

En épocas de calor extremo podemos crear ventilación túnel con ventiladores y paneles evaporativos.

En épocas de frío, al ser más pesado el aire frío, éste suele caer sobre las aves y la cama, además suelen haber pérdidas de calor incontroladas.

Se recomienda el uso de ventiladores procurando remover el aire caliente ubicado en la cumbrera de la nave y la instalación de ventanas automáticas.

Para mejorar las ventilaciones mínimas, el uso de temporizadores (time ON-time OFF) para dar tiempo y generar aire caliente en la cumbrera mientras está en OFF y la introducción de tubos o ventanas con deflectores suele mejorar el resultado de este tipo de naves.

Ventilación forzada (ambiente controlado/nave cerrada)

Sistema que proporciona mejor control del ambiente interno bajo cualquier rango de las condiciones ambientales.

Toda nave de ambiente controlado debe estar equipada para las tres etapas de ventilación básicas, estas son:

• Ventilación mínima.
• Ventilación transitoria.
• Ventilación de túnel: En muchas regiones donde hasta ahora la ventilación túnel no era un paso necesario se ha vuelto obligatoria debido al incremento de las temperaturas u olas de calor cada vez más frecuentes hoy en día.

Esta ventilación debe de operar cuando la temperatura ambiental de la nave está por debajo de la temperatura deseada.

• No debemos sacrificar la calidad del aire a favor de la temperatura ambiental o, al contrario, ambos parámetros deben de lograrse por igual.

En esta etapa la velocidad del aire a nivel de las aves no debe de exceder los 0,16 m/s en aves jóvenes y 0,3 m/s en aves adultas.

• Si usamos un sistema túnel para la ventilación mínima caeremos en diferenciales de temperatura entre los extremos de la nave y un progresivo empeoramiento de la calidad del aire desde la entrada del túnel hasta los extractores.
• Los requerimientos de ventilación van difiriendo a medida que van creciendo en edad al igual que las condiciones climáticas también van cambiando.
• Mediante la observación y anotación iremos diseñando una curva de ventilación ideal para nuestro tipo de granja y edad de las aves.

Cuando la temperatura de la nave exceda la temperatura deseada pero no es suficiente como para usar la ventilación túnel.

• Debido a que la temperatura exterior estará en un rango algo superior a la temperatura deseada, aún es importante en los primeros estadios de esta etapa que el aire no caiga sobre las aves.

Sólo el comportamiento de las aves nos indicará el cambio de una fase de ventilación a otra, mientras que al menos un 10-15% de las aves no muestren signos de jadeo no será necesario cambiar la etapa de ventilación, independientemente del calor que nosotros tengamos, la densidad de las aves, el emplume y la HR serán los principales factores que interactuarán en el comportamiento del ave frente a la temperatura que perciban.

Etapa para refrigerar las aves, aquí el aire debe de moverse a nivel de las aves para provocar el efecto “wind child”.

Las caídas en la producción de huevos pueden deberse a temperaturas extremas debido a un manejo incorrecto de la ventilación del túnel.

• Si las aves están demasiado frías se utilizará energía para mantenerse calientes en lugar de para la producción de huevos, mientras que, si las aves tienen demasiado calor, el consumo de alimento se reducirá y se gastará más energía para aumentar la respiración y la producción de huevos disminuirá.

La temperatura efectiva es la que perciben las aves en función de su edad, velocidad del aire, temperatura del aire y densidad, por lo tanto, no siempre debemos de fiarnos de lo que nos indiquen los termómetros, sino que debemos de prestar atención al comportamiento de las aves.

Por causa del efecto de sensación de frío o diferenciales térmicos entre diferentes áreas de la nave, es muy común en muchas explotaciones que las aves de una misma nave difieran en sus pesos medios o índices productivos dependiendo de su localización en la nave,

• y esto se debe a que la temperatura que han percibido no ha sido la misma por una mala gestión de la ventilación.

Hay veces que, por un mal dimensionamiento de las ventanas, número escaso, o por desconocimiento empleamos el túnel de manera incorrecta o anticipadamente.

• Lo primero es porque por debajo de esa temperatura el aire aún está cargado de humedad y lo segundo que el túnel debe de usarse sólo para refrigerar las aves cuando estas muestran signos de acaloramiento.
• Por lo tanto, vamos a meter aire húmedo a nuestra nave con perjuicio para la yacija y vamos a enfriar las aves por el efecto de la sensación de frío. La velocidad de trabajo del túnel debe de ser de al menos 2 m/s a la entrada del túnel.

Si las aves están jadeando y en el exterior aún no tenemos los 28ºC debemos plantearnos revisar nuestro sistema de ventilación, ya que el número de ventanas laterales posiblemente sea insuficiente.

Ejemplos más frecuentes de activación errónea con Tª exterior por debajo de los 28ºC:

Ejemplo activación correcta con Tª exterior de 28ºC y entrada de aire de al menos 2m/s:

El ejemplo sólo muestra temperatura ambiente, factores como emplume de las aves, HR y densidad de las aves determinarán la sensación térmica de las aves en cada escenario planteado.

Cualquiera de los tres primeros escenarios va a tener repercusión negativa en los resultados zootécnicos del lote.

Ejemplos con termografía

Podríamos considerar la termografía como un sistema válido para valorar el emplume de nuestras aves y por ende su bienestar.

Los valores promedios de temperaturas de la superficie de una gallina pueden variar desde los 24-26ºC en aves bien emplumadas hasta los 34-36 ºC en el caso de gallinas con malos emplumes.

Cuando la sensación térmica de un ave se desplaza de su zona de confort, tanto por encima como por debajo, se provoca un incremento de producción de calor y por lo tanto una pérdida de energía que afectará a la producción y al bienestar de la gallina.

• Diseño adecuado de las instalaciones: Debemos tener en cuenta las condiciones locales durante cualquier momento del día, noche y época del año.
• Hay que tener en cuenta que el flujo de aire en una granja de recría o de producción difiere al de una de pollos de engorde, debido al equipo adicional como pueden ser nidales, listones, sistemas de alimentación elevados o comederos aéreos
• Aislamiento térmico: asegurar que las instalaciones estén adecuadamente aisladas.
• Oscurecedores: restringen la entrada de aire, un mal diseño o dimensionamiento puede ser perjudicial para un buen rendimiento del sistema de ventilación. La intensidad de la luz no debe exceder los 0,4 lux durante el período de oscuridad.
• Sistemas de ventanas: en cantidad suficiente y bien distribuidas, con ello evitaremos corrientes de aire innecesarias a nivel de las aves, así como un control correcto y uniforme de la temperatura y de la humedad relativa.
• En caso de naves abiertas, aprovechar la ventilación natural sólo cuando sea posible lograr una correcta distribución del aire y de la temperatura en toda la nave.
• Control de la velocidad de aire: debe ser la adecuada para cada momento y edad de la reproductora.
• Monitoreo constante: usar sistemas de monitoreo para verificar la calidad del aire y la Temperatura a tiempo real.
• Ajustar ventilación según comportamiento de las aves.
• Bioseguridad: usar materiales fáciles de limpiar y asegurar que los sistemas de ventilación están bien dotados frente a la entrada de insectos, roedores o vectores de enfermedades zoonóticas a la explotación.
• Agua fresca: tener bien aisladas los depósitos y conducciones de agua de bebida, pues elevadas o bajas temperaturas van a provocar un descenso en su consumo. Monitorear y mantener los niveles de agua potable.
• Alimentación: proporciona dieta equilibrada y considera ajustarla durante épocas de calor para reducir la producción de calor metabólico. En épocas de frío considerar alimentación suplementaria para ayudar a mantener su temperatura corporal, aunque cualquier energía que no sea gastada en mantenimiento, crecimiento, producción y actividad sexual será mal empleada, es mejor adecuar las instalaciones.
• Evitar elevadas densidades: respetar la legislación local al respecto y dotar la nave con el equipamiento necesario, un exceso de aves puede provocar elevada sensación térmica entre las aves, hay que asegurar suficiente espacio para la comodidad de las aves.
• Disponer de un plan de mantenimiento regular de las instalaciones.
• Consultar a un experto: ante dudas o problemas específicos consulte a un especialista para obtener una ayuda adicional.

No debemos programar los sistemas de control ambiental sólo basándonos en curvas y parámetros establecidos, sino que será el comportamiento de las aves las que nos marquen los parámetros definitivos con los que debemos trabajar.

Las aves nos van a indicar si son necesarios cambios o no en la ventilación, si no realizamos estos cambios comprometeremos el bienestar de las aves y por ende los parámetros productivos.

Es obligación de todas las entidades y personas relacionadas con la producción formarse, formar y dotar nuestras explotaciones con los recursos necesarios para lograr los máximos estándares de producción y proporcionar el mayor bienestar a nuestros reproductores en pro de seguir mejorando la sostenibilidad del planeta.

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